- 20 de abril de 2023
Las bellezas de esta ciudad portuaria de Santa Cruz, recostada sobre el Mar Argentino, no se agotan en uno o dos días de visitarla. Puerto Deseado sigue guardando para nosotros lugares y crónicas por explorar. Entre ellos, los vestigios de navegantes que llegaban a Sudamérica, más tarde las construcciones de piedra que dan cuenta del trabajo ferroviario, y también la fervorosa tarea de investigadores de todos los tiempos.
Así llegamos al Museo Municipal Mario Brozoski, ubicado en Colón y Belgrano. La jefa de Departamento de Administración y Patrimonio Cultural del Municipio local nos explica que este es “el único museo de arqueología y conservación subacuática que existe en el país”.
Lo que se exhibe allí es el resultado del rescate de “una corbeta inglesa, en realidad su denominación es sloop de guerra, como no hay traducción al español se le dice corbeta, esta naufraga en aguas de nuestra Ría en 1770, y en 1982 jóvenes de la localidad la encuentran, hacen el rescate de objetos y se crea el museo; por eso este abarca todo lo que es la arqueología subacuática”.
En Puerto Deseado no solamente ocurrió el naufragio de la corbeta HSM Swift. En 1616 se prendió fuego una nave holandesa, la Hoorn. También hubo un estudio sobre esa pérdida, se publicó un libro y se han encontrado vestigios. Asimismo, se cuenta con el proyecto del vapor Magallanes que se hundió en aguas de la Ría Deseado, en 1883. Es decir, “es muy rico el patrimonio que existe y dadas las condiciones climáticas y del agua, por las características propias de nuestra ría, es que estos naufragios están tan bien conservados”.
Las salas
El Museo Brozoski se divide en cinco salas. La sala donde se entra a la nave, la de subacuática, la de descubrimiento, la de arqueología y la sala presente.
En general, el turista que se acerca viene con información previa, dado que el equipo de arqueología que se constituye en el año 1995, ha brindado seminarios y charlas a nivel internacional. “Hay que recordar que la arqueología subacuática nace en la Argentina con el descubrimiento de esta corbeta, porque hasta ese momento no había personas preparadas en investigación subacuática”.
Las presentaciones que se realizan a nivel nacional e internacional motivan a los turistas a llegar a Puerto Deseado. “Hay videos, hay libros, hay charlas. Una vez que los turistas hacen la navegación en la ría, el propio prestador pasa por el sitio del naufragio, y hace mención de la corbeta hundida, eso los llama a querer conocer el museo” explica Claudia.
Por otro lado, la institución recibe contingentes de estudiantes: “Trabajamos con los colegios locales y además con muchos colegios de la provincia que vienen a hacer la visita”. Las salas se recorren con guía, es decir, “todos los museos que tenemos en Puerto Deseados tienen guía, ellos te van contando y relatando la historia; eso hace que la experiencia sea muy particular”.
Túnel del tiempo
El hallazgo de la Corbeta es el resultado de una serie de encuentros y desencuentros de la información, a lo largo de más de 200 años desde su naufragio. Al igual que una hoja que se desprende de un gran árbol es mecida por el viento patagónico, así los rastros de la Swift salían a flote y volvían a ocultarse a través del paso de las arenas del tiempo.
Finalmente, logró sacarla a la luz la pasión de quien navegó en ella y volcó su accidentada vivencia en una carta; muchísimas décadas más tarde, la de un descendiente de ese marino, y, al fin, el entusiasmo de un grupo de jóvenes estudiantes que en 1980 escucharon el relato sobre la embarcación y su derrotero hacia el fondo del océano, de su profesor de Matemáticas. Ellos decidieron comenzar una investigación y búsqueda sistemática en el posible lugar de la zozobra. El ansiado hallazgo, explican en el Museo, tuvo lugar en una de las primeras inmersiones, el 4 de febrero de 1982.
Así comenzó la historia del Museo, creado en 1983 como museo regional. Fue inaugurado en 1991, y en el 2005 pasó a la órbita municipal. En el 2018 se hizo la renovación de las instalaciones que hoy los visitantes pueden recorrer.
En el Brozoski se exponen 400 piezas rescatadas de la Corbeta HSM Swift, de un total de alrededor de mil, encontrándose una cantidad en depósito, y otras en los laboratorios en proceso de preparación para pasar a las salas de exhibición. Estos objetos se lograron rescatar gracias al trabajo de esto jóvenes buzos que comenzaron en 1982, y lograron recuperar artefactos usados en el quehacer cotidiano de la embarcación, lo que motiva que sea un museo subacuático.
El nombre que lleva la institución fue elegido en homenaje a uno de los jóvenes buzos, fallecido antes de su inauguración.
Las piezas expuestas y la explicación de las guías multiplican las historias que tejieron la trama de esta conservación histórica y cultural, de la que es reservorio Puerto Deseado.
El museo tiene horarios para temporada alta, de noviembre a marzo recibe visitas de lunes a viernes, de 9:00 a 19:00, y sábados, domingos y feriados, de 15:30 a 18:30. Mientras que en temporada baja, de abril a octubre, permanece abierto al público de 9:00 a 18:00, de lunes a viernes, y sábado de 15:00 a 18:00.
No es necesario sacar un turno previo para la visita, salvo que se trate de un grupo muy numeroso, en cuyo caso se solicita que contacten con la dirección (dir.gral.museos.patrimonio@gmail.com) para poder planificar la guiada. Los grupos se organizan con un máximo de entre 10 y 15 personas, para que todos puedan disfrutar la experiencia de conocer el museo.
Paisajes naturales e historia
Además, de la rica historia que alberga la localidad, el entorno justifica realizar la travesía del Cerro Van Noort, que es una combinación de naturaleza con turismo activo. Esta es una prolongación de la excursión a Isla de los Pájaros, e incluye el avistaje de fauna, el recorrido de la pingüinera de pingüinos de Magallanes, y la navegación por cañadones del período jurásico.
La navegación se extiende por toda la Bahía Uruguay permitiendo observar a las toninas overas y el avistaje de la avifauna local. Durante la excursión se recorre la colonia de cormoranes grises de la Península Viedma y de la Isla del Rey, la cual recibió su nombre al ser tomada en honor a los reyes de Holanda.
En el margen norte de la Ría Deseado existe una extensa playa de canto rodado donde en el año 1615 se incendio la nave holandesa Hoorn de la expedición de Le Maire y Schouten, posteriores descubridores del Estrecho de Le Maire y el mítico Cabo de Hornos.
Se desembarca por segunda vez para realizar una pequeña caminata hasta la cima del Cerro Van Noort, nombre con el que fue bautizado en honor al Gral. Olivier Van Noort que ingresó en la Ría Deseado en 1599. Era un navegante holandés que realizó exploraciones a lo largo de las costas de la Patagonia. En su travesía hacia el sur, a dos meses de navegar, el General sufrió ataques de parte de piratas portugueses, lo que ocasionó la perdida de una de sus cuatro naves.
Fue este acontecimiento el que lo impulsó a dar la orden de ingresar la flota para explorar el territorio de la ría, que en ese tiempo se conocía con el nombre de “Deseo o Desire”. Al llegar al interior de ésta los tripulantes echaron mano de la fauna de la zona, reponiendo así sus menguadas provisiones. También aprovecharon el resguardo de la zona y repararon los daños de los barcos restantes.
Rocas, puente y quitapenas
Otro de los puntos de interés, cercano a la ciudad es el del Cañadón del Veneciano que se encuentra ubicado a 4,5 km del centro. Allí no sólo causa impacto el paisaje rocoso y la imponente construcción del puente de la línea ferroviaria, sino también el Paraje Seren, que está en el extremo norte del cañadón y comprende dos ámbitos divididos entre sí por una gran masa rocosa. Ambos lados poseen cerradas cortinas de tamariscos que sumados a la topografía del entorno hace que estén muy resguardados del viento.
El paraje toma su nombre de una antigua familia que lo habitó y lo explotó como quinta para proveer de verduras a la población. Además, se encuentra el Paraje Bach que se extiende por el oeste desde la bifurcación del camino que lleva al Paraje Seren hasta el paso debajo de las vías del ferrocarril por el sur. Su núcleo está constituido por una vivienda y otras construcciones antiguas.
Por último, se puede apreciar el Paraje Quitapenas también conocido como el Cinco en alusión al kilómetro 5 del ferrocarril. Antiguos pobladores cuentan que en este sitio hubo un bar donde los obreros concurrían a quitarse las penas.
Para realizar consultas sobre los paseos, la oficina de Turismo de la Municipalidad de Puerto Deseado se encuentra ubicada en el centro, en San Martín 1137. También se puede llamar al 297-4870220, comunicarse por mensaje de Whatsapp al 297-513 3803, o escribir al correo electrónico: turismo.puertodeseado@gmail.com
Fuente: AMA Santa Cruz.
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