El presidente del Poder Legislativo, vicegobernador Juan Carlos Arcando, participó del inicio de la fiesta patronal de María Auxiliadora. La peregrinación por las calles de la ciudad, llevó la imagen de la Virgen, desde el hospital regional hasta la iglesia del barrio Solier de la capital. “Tengo un cariño muy grande por todo lo que rodea a la gente de María Auxiliadora”, sostuvo Arcando.
 
Luego, el sacerdote Carlos Manuel Rastellini encabezó la eucaristía en honor a la santa patrona. Finalizada la misa conmemorativa, la comunidad y la familia religiosa compartieron un chocolate caliente, realizado por la Armada Argentina.
 
Arcando sostuvo que “tiene un cariño muy grande por todo lo que rodea a la gente de María Auxiliadora. Además, remarcó que es devoto de la virgen de Nuestra Señora de Itatí. “Soy creyente y muy respetuoso de todas las religiones, yo fui bautizado, hice la comunión y me confirme en la iglesia católica. Tengo un gran afecto, por todos aquellos que tienen esa vocación y amor sacerdotal, como es este caso el padre Carlos, Aldo y Juan Carlos Bouzou de Río Grande, mi gran respeto a todos ellos por lo que transmiten diariamente su comunidad”.
 
El Vicegobernador dijo que “aceptó la invitación que le hicieron desde la comunidad de la parroquia María Auxiliadora, para los festejos de la fiestas patronales”. Recordó, que en su niñez y adolescencia en Río Tercero, Córdoba, pasaba mucho tiempo en la iglesia de la Virgen que, también, santifica la figura de Ceferino Namuncurá.
 
“Allí los salesianos trabajan mucho, en brindarles juegos y entretenimientos a los jóvenes del pueblo. Recuerdo que el sacerdote Fernández, nos hacia ir por la tarde, y la primera hora y media era de estudio, posteriormente podíamos jugar al pin pong, al futbol y al metegol”, sostuvo Arcando, en referencia a las actividades de la capilla.
 
De este modo, el titular del Parlamento señaló que “la comunidad se amplió y en ese proceso hubo un flujo mayor de chicos. Luego, se formó la primer banda de los exploradores Don Bosco, donde yo fui parte de ella en mi ciudad natal”, concluyó.
 
Reseña histórica
 
En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el Pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces, quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
 
Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
 
Desde esa fecha, el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra como "central y sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de María. La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios".
 
María Auxiliadora fue declarada Patrona Nacional del Agro Argentino el 27 de octubre de 1949. Sus inicios en estas tierras se remontan al año 1884 cuando fue bendecida por San Juan Bosco, en Turín (Italia) y, entregada al Vicario de la Patagonia, monseñor Juan Cagliero, para que fuera, según las palabras de Don Bosco, la protectora y misionera, de cuantos trabajasen en este extenso territorio patagónico.



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