Desde enero de 2021 se volvieron obligatorias para todo el territorio nacional que desarrolle cultivos hortícolas, obligando a todas las instituciones públicas a un proceso de adecuación, que afortunadamente Neuquén ya venía realizando.
Aunque el Gobierno nacional, recién en el año 2018 estableció -bajo Resolución (174/2018)-, la obligatoriedad de lo que se conoce como Buenas Prácticas Agrícolas Sustentables (BPAS), desde hace ya varios años desde el Gobierno Provincial se venía trabajando para fomentar esta metodología de trabajo en campo.
La obligatoriedad se hizo efectiva el mes pasado y en la provincia ya se trabajaba mediante el Programa Provincial de Horticultura Responsable, que incluye acompañamiento técnico a productores con el fin de garantizar las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el proceso productivo.
“El Programa nace en respuesta a una necesidad sectorial que buscaba mejorar la calidad y las condiciones de producción de los alimentos hortícolas neuquinos”, explicó la subsecretaria de Producción, Amalia Sapag.
“Si bien es impulsado por la Subsecretaría de Producción, cuenta también con un trabajo interinstitucional”, aseguró. Explicó que “si bien las BPAS son obligatorias, el Programa en sí es de adhesión voluntaria. Es un servicio que se le brinda al productor, sin cargo”.
Aunque si lo quisiera, el productor puede contratar a un asesor privado que le ayude a certificar, que lo asesore técnicamente, contratar y pagar él mismo los análisis de suelo, de mercadería”. “Como aún estamos en un proceso de transición, hasta que todo esto se incorpore en la estructura mental, productiva y comercial de los productores y también de los consumidores, aplicándose masivamente, se busca acompañar y articular con todos los actores”, señaló.
Modalidad
Tanto para abastecer el mercado interno como para proyectarse hacia otros mercados las BPAS se vuelven un requisito que está enfocado a tres ejes fundamentales que son, la inocuidad de los alimentos, el cuidado del ambiente, y el bienestar del productor.
“Neuquén ha sabido invertir y potenciar ese recurso combinándolo con la experiencia de los profesionales locales. Capacitando en forma gratuita a sus productores, gestionando giras técnicas a otros núcleos productivos del país, brindando financiamiento, asistiendo técnicamente, monitoreando la calidad del agua, y analizando mercadería”, detalló la subsecretaria.
En cuanto a quiénes se pueden adherir al Programa, especificó que “el/la productor/a interesado/a se acerca con su RENSPA actualizado, fotocopia del D.N.I y Título de propiedad o Contrato de locación donde figure la nomenclatura catastral (el establecimiento debe estar en territorio neuquino). Firma un convenio de adhesión donde se compromete a seguir las pautas y recomendaciones del Programa, con el propósito de alcanzar el cumplimiento de las BPAS.
Luego se chequean los datos y se le realiza una visita programada a la chacra. A partir de ese momento se realiza un diagnóstico de las condiciones generales del predio y el manejo productivo, utilizando como parámetro un check list de inicio. Si cumple con un puntaje mínimo de ese check list, puede ingresar. Si no, se le explica qué cosas debe tramitar o mejorar para poder hacerlo”.
El ingreso al programa es independiente del punto de venta, la escala productiva o el nivel tecnológico. La permanencia en el mismo depende de la receptividad a las recomendaciones y el progreso en el cumplimiento del protocolo, si pasa el tiempo y productor no mejora en aquellos puntos marcados, se lo retira del programa y se le da la oportunidad de ingresar a otro.
“En los últimos cuatro años, han sido identificados, asesorados y capacitados más de 160 productores. Eso, sin contar a los medieros que nunca fueron registrados en sistema por no ser los titulares del RENSPA”, agregó Sapag.
Actualmente, “se asiste en forma asidua y se monitorea dentro del Programa a un grupo de 25. Son productores de Confluencia. Desde Plottier, pasando por Vista Alegre, Chañar, Añelo Centenario, básicamente el cinturón productivo. Sin embargo también se brindan otros beneficios a aquellos que no están en el Programa”, confió.
“La mitad de las capacitaciones técnicas suelen ser abiertas, ahora estamos complicados con los cupos, por la pandemia y por su puesto le damos prioridad a los del grupo, pero incluso los productores de Río Negro asisten desde hace años a las capacitaciones, muchas dadas en el Mercado, otras en las chacras, una vez al año solemos organizar la Jornada Hortícola Provincial y se invita a todos los productores, técnicos y proveedores de la región”, agregó.
“La evaluación y el seguimiento del check list la realizan técnicos/as de la Subsecretaría, ya sea desde Desarrollo Rural con financiamiento , de la dirección de Frutihorticultura que es quien gestiona el programa orientado a resultados, Centro PyME ADENEU que también asiste técnicamente y con financiamiento, INTA que colaboran permanentemente con capacitaciones, las técnicas de INTI que realizan los análisis de residuos de agroquímicos, microbiológicos en agua y mercadería, el equipo del Mercado Concentrador, los gobiernos Municipales con la regulación de las ferias y SENASA”, detalló.
Sello de calidad
El sello HORTICULTURA RESPONSABLE nace como mecanismo de diferenciación para favorecer la comercialización de productos trabajados bajo este protocolo de calidad. Hasta ahora, se le ha otorgado a un grupo de 14 productores que obtuvieron un puntaje superior al 80% cuando fueron evaluados.
Al productor le sirve adherirse porque se trata de la producción de alimentos, de algo que va a impactar directamente en la salud de la población y debe ser para mejorarla. Porque por el tipo de actividad que realiza tiene en sus manos el manejo de recursos fundamentales como el agua, el suelo y sobre todo el grupo de personas que trabaja para sacar la producción adelante, ya sea su grupo familiar o mano de obra contratada.