Río Negro está cada día más verde. Con el reúso de los efluentes cloacales tratados, se planifica el riego de más de 300 hectáreas de forestación y cultivos para el 2020.

La primera experiencia ya está en marcha en tres localidades y se sumarán otras siete.

Si bien esta es la superficie que se proyectó, las cifras podrían aumentar a medida que avanzan las obras cloacales que se ejecutan en varias ciudades, la gran mayoría con fondos del Plan Castello.

Las 300 hectáreas planificadas equivalen a unos 300 campos de fútbol o unas 2.400 piscinas olímpicas. Así va tomando forma el nuevo pulmón verde de la provincia.

Estos líquidos tratados, que antes se volcaban directamente al río, se reusarán en el riego de producción agrícola, forestal, pasturas y forrajes. Esto genera oportunidades enormes para el recurso y las poblaciones, con el fin de ganar la lucha a la desertización y al cambio climático.

Las experiencias en marcha

Uno de los proyectos más innovadores que tiene que ver con el reúso de aguas provenientes de efluentes cloacales es el caso del Plan Director de Desagües Cloacales de Choele Choel. El sistema se puso en funcionamiento en agosto de 2018 y eliminó el vuelco del 100% de los líquidos, recuperándolos para su reusó en riego forestal. Como primera etapa se están regando 10 hectáreas, pero se planifica superar las 30.

En General Conesa, con el objetivo de proteger y preservar el río, se instaló un estanquero de sauces que se riega con parte de los efluentes cloacales provenientes de la planta de saneamiento. Se planifica irrigar unas 20 hectáreas.

En la Región Sur también hay experiencias similares. En Ingeniero Jacobacci se encuentran instaladas las parcelas de ensayos forestales para ser regadas con aguas residuales tratadas, favoreciendo la producción maderera, el cuidado del ambiente y la protección de los mallines, un importante reservorio de agua en la meseta. Se plantaron 150 plantas de olivillos y 150 de sauces, que se suman una superficie de pasturas.

Las alternativas que se planifican

Con el Plan Castello, otras siete localidades se suman a esta política sustentable con las nuevas plantas de saneamiento que se están construyendo.

En el caso de Viedma, la nueva planta cloacal ya está en marcha y la superficie planificada a regar es de 200 hectáreas. Todavía se están analizando los posibles desarrollos productivos en una zona aledaña.

En Las Grutas, la planta cloacal brindará una solución en infraestructura y los líquidos tratados serán reutilizados para riego en distintos emprendimientos productivos. La superficie aún está en evaluación, pero podría superar las 10 hectáreas.

En Luis Beltrán, las obras del Plan Director de Desagües Cloacales presentan gran avance. Mediante el empleo del efluente tratado se regarán cultivos de alfalfa. La superficie disponible actualmente es de tres hectáreas, pero podría aumentar a un máximo de 20 a través de convenios con particulares o de protección o reparo en tierras fiscales aledañas.

También está en marcha el futuro sistema de desagües cloacales de Pilcaniyeu. Las aguas tratadas se reutilizarán en el riego de una forestación ubicada en un área contigua, con una superficie a definir en poco tiempo.

Mainqué, en pleno Alto Valle, tendrá una planta cloacal que beneficiará a más de 3.000 habitantes con vuelco cero. Los líquidos se destinarán a la forestación de 10 hectáreas en una primera etapa para sembrado de plantines.

La obra cloacal de Villa Regina comenzará en breve y asegurará el tratamiento al 100% de los residuos cloacales para los próximos 20 años, sumando una amplia superficie a regar que podría superar las 20 hectáreas.

En el balneario Playas Doradas, la construcción del Plan Director de Cloacas evitará el vuelco de los efluentes tratados al mar, reutilizándolos para el riego productivo con una superficie que aún no fue determinada.



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