Las ballenas francas australes empezaron a llegar a Puerto Pirámides (Chubut) para reproducirse.  El avistaje controlado permite ver a los cetáceos.

Comenzó la temporada de avistajes embarcados de ballenas en Puerto Pirámides, Península Valdés, experiencia que permite ver de cerca majestuosos ejemplares de ballenas francas australes, que cada otoño llegan a las costas chubutenses a reproducirse. También se pueden observar frente a la costa de Puerto Madryn y en las playas del área Natural Protegida El Doradillo.

Las primeras del año

A fines de abril pasado, los guardaparques del área Natural Protegida El Doradillo divisaron los primeros ejemplares de ballena franca austral en playa Las Canteras, a unos 15 km del centro de Puerto Madryn. Es una zona ideal para hacer avistajes desde la costa -se ven a muy pocos metros-, mientras se realiza una caminata junto al mar o se disfruta de unos mates en la playa de canto rodado.
  
Aunque, claro, lo ideal es complementar el paseo por la costa con un avistaje embarcado, una experiencia para recordar, que permite ver a las ballenas bien de cerca -sin molestarlas ni entrometerse en su camino- y en su hábitat natural.

Las excursiones parten desde Puerto Pirámides, el único pueblo dentro de la reserva natural Península Valdés -ubicado a 95 km de Puerto Madryn-, siempre a cargo de una tripulación especializada. Estos avistajes se extienden aproximadamente una hora y media, y se hacen desde la mañana hasta el atardecer en embarcaciones con capacidad para entre 20 y 70 pasajeros, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
 
En el camino de ida o vuelta entre Madryn y Pirámides se recomienda visitar el Centro de Interpretación Istmo Ameghino, donde se brinda información completa y didáctica sobre la flora y fauna de la zona, ilustraciones y hasta una réplica a escala de una ballena.

Ciclo de vida

En ese centro de interpretación se puede aprender, por ejemplo, que las ballenas ingresan a los golfos Nuevo y San José una vez pasado el verano, en busca de aguas calmas para cumplir su ciclo reproductivo. Van llegando poco a poco, luego de haber pasado una temporada o dos alimentándose de krill en las aguas frías del hemisferio sur. No son animales gregarios, por lo que cada ejemplar, de manera solitaria, se ubica en las zonas más tranquilas para parir y criar a su ballenato; mientras los machos se mantienen cerca para copular. Es por eso que hasta que se complete la llegada de todos los ejemplares, puede suceder que se las vea un día y luego pasen algunas jornadas sin divisarlas.
 
La “nursery” de El Doradillo

En la playa El Doradillo, a sólo 15 km del centro de la ciudad por ruta 1, se congrega la mayor cantidad de madres para parir y amamantar a sus crías. Un paraíso de estepa, mar y fauna, con playas muy extensas en las que los visitantes pueden encontrarse con estos imponentes cetáceos a pocos metros de distancia. La playa Las Canteras, una de las que componen el área, tiene aguas muy profundas y calmas, características ideales para que las madres cuiden y amamanten a sus crías recién nacidas, a la vez que descansan de una extenuante migración que las trae de las aguas del sur.

Cuánto cuesta

Los precios de referencia para la temporada baja 2019 de los avistajes desde Puerto Pirámides son:

Avistajes embarcados: mayores, $ 2.000; menores (de 4 a 12 años) $ 1.000; menores de 4 años, gratis.

Avistajes en el semi sumergible “Yellow Submarine”: mayores, $ 4.000; menores (de 4 a 12 años), $ 2.000; menores de 4, gratis. 

Para temporada alta (del 1 de septiembre al 31 de octubre), $ 4.800 y $ 2.400, respectivamente.

Más información en: madryn.travel

Fuente:LosAndes.com



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